martes, 17 de diciembre de 2013

Te voy a dar tu nochebuena, y otros albures navideños...



Dos mil trece se va señores, se nos escurre entre unos dedos que ya no pueden detener la derrama de horas, minutos y segundos que provocarán la caída de la última hoja de su calendario. Atrás queda lo que cada uno quiera que forme parte de él, pero también aquello que sin darnos cuenta se colará clandestinamente en el recuerdo de un año que, al igual que sus hermanos mayores, pronto se despedirá de nosotros.

Para todos ustedes que alguna vez siguieron esta bitácora, que con mayores grados de acierto y desacierto, fue describiendo un año más el deambular de este amante de lo mexicano por lo ancho y largo de esta increíble República, sólo ratificar lo que ya saben: que el mayor peligro para el que viene visitando México, es el deseo de quedarse (y si no que se lo digan a cierta romana y madrileño).

Y para el año que viene ¿qué les digo? Lo mismo con que se brinda cada navidad en mi casa: “Que cuando peor estemos, estemos como ahora”.

Un abrazo, felices fiestas, y nunca dejen de alburear: al calendario, a la eventualidad, a la vida… Because “Such is life in the Tropic”